Mi plegaria

Déjame esta noche soñar contigo, déjame imaginarme en tus labios los míos,

déjame que me crea que te vuelvo loco, déjame que yo sea quien te quite la ropa.
Déjame que mis manos rocen las tuyas, déjame que te tome por la cintura,

déjame que te espere aunque no vuelvas, déjame que te deje tenerme pena.

Si algún día diera con la manera de hacerte mío,

siempre yo te amaría como si fuera siempre ese día.

¡Qué bonito sería jugarse la vida probar tu veneno!

¡Qué bonito sería arrojar al suelo la copa vacía!

Déjame presumir de ti un poquito, que mi piel sea el forro de tu vestido,

déjame que te coma solo con los ojos, con lo que me provocas yo me conformo.
Si algún día diera con la manera de hacerte mío,

siempre yo te amaría como si fuera siempre ese día,

¡Qué bonito sería jugarse la vida probar tu veneno!

¡Qué bonito sería arrojar al suelo la copa vacía!

Déjame esta noche… soñar, soñar… contigo.

De latir se paró mi corazon

Se fue mi vida y detrás de ella, mi alma, se fue sola, detrás de mi vida, buscaba su aliento, pero en la fria noche, se disipo ese aliento.

Sin mas, quedose mi cuerpo frio, sin vida.

Ya no avanza, no respira ni gime, ni tose, ni llora, no clama, ya no abre los ojos en esas mañanas frias, ni en las calidas tampoco.
Sin vida, ya no busco tus besos, porque no estas, resignado, triste, magullado, dolido, ofendido, culpable por perderte, por no retenerte.

Del escombro de las cenizas donde hubo una llama, se remueve un ave que yergue la cabeza en un afan por renacer una vez mas, pero ya, no mas, sin mas, inclina la cabeza sobre si mismo, no quiere ni puede, ni haya una razon.

Sin su aliento no ha razon.