Me prometi salir del agujero, raspe mi interior y me repetia constantemente, "sera un año bonito" a todos les decia, "sera un año bonito" y asi comenzo...
Viejos amigos, nuevos amores, nuevas expectativas picaban a mi puerta... se lo repetia a Raquel, que ilusa, me llamaba pesado, "sera un año bonito" repeti incesante.
El amor picaba a mi puerta, y yo no queria abrir.
Fueron meses oscuros, frios, desorientados, dias que amanecian y que mejor hubiera sido que se apagara el sol. Momentos tristes, dias euforicos por horas, ansias de deshacerme de lastres, de sentirme libre, sin obligaciones ni ataduras, sin miedo a caer y no poder volver a levantarme, la cabeza erguida por el orgullo de quien he llegado a ser una persona, caminar recto de aquel que piensa que es la unica manera de pisar fuerte.
Ideas claras, no mires atrás, no te arrepientas, lo malo siempre trae algo bueno, pensando en mi, en mi supervivencia, ya habra tiempo para todo lo otro, queria gritar, romperme la voz, negarme a toda calma, a toda quietud, sentir fluir la vida, hasta entonces yerma.
Una vorágine me inundaba el alma, me negaba a soltar esa estaca que me asía con fuerza a la negritud de la noche, una vorágine calida, ruda, insistente, danzaba a mi alrededor, me queria envolver y llevarme consigo y yo me negaba, corria a esconderme.
La vorágine, perdio fuerza, ganas, esa misma fuerza que me atormentaba, se alejaba ahora de mi, huia de mi. Y temble, por un momento se desmorono mi castillo de naipes.
La calma, siempre precedida por la tormenta, no se hace esperar, llega iluminada y radiante, con ganas, la ilusion puede al desengaño, meses por delante para disfrutar, para dejar en la cuneta roces, asperezas, el sismógrafo vuelve hacer saltar las alarmas de quien vive en un mundo de fuertes contrastes, de polos opuestos pero no tarda en volver a calmarse.
Este año ha sido un drama, que bien acaba
Ideas claras, no mires atrás, no te arrepientas, lo malo siempre trae algo bueno, pensando en mi, en mi supervivencia, ya habra tiempo para todo lo otro, queria gritar, romperme la voz, negarme a toda calma, a toda quietud, sentir fluir la vida, hasta entonces yerma.
Una vorágine me inundaba el alma, me negaba a soltar esa estaca que me asía con fuerza a la negritud de la noche, una vorágine calida, ruda, insistente, danzaba a mi alrededor, me queria envolver y llevarme consigo y yo me negaba, corria a esconderme.
La vorágine, perdio fuerza, ganas, esa misma fuerza que me atormentaba, se alejaba ahora de mi, huia de mi. Y temble, por un momento se desmorono mi castillo de naipes.
La calma, siempre precedida por la tormenta, no se hace esperar, llega iluminada y radiante, con ganas, la ilusion puede al desengaño, meses por delante para disfrutar, para dejar en la cuneta roces, asperezas, el sismógrafo vuelve hacer saltar las alarmas de quien vive en un mundo de fuertes contrastes, de polos opuestos pero no tarda en volver a calmarse.
Este año ha sido un drama, que bien acaba
1 comentario:
Menos mal que vivimos en un mundo de fuertes contrastes...sino, ¿ qué sería de nosotros? Las emociones nos hacen sentir vivos, sean buenas o malas, pero sentimos...y no importa que a veces solos. Todo el mundo construye castillos de naipes para poder machacarlos después y construir uno de verdad. nunca me han gustado los números impares, pero no me queda otra que confiar que el 2009 me traerá algo de felicidad...
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